Se trata del Hotel Florida, que está ubicado sobre Italia al 1400 esquina Sarmiento de esta localidad.

Con una gran asistencia de autoridades y vecinos, se llevó a cabo la presentación oficial del Hotel Florida. Un emprendimiento privado, que fue encarado por una familia de la localidad y que demandó un trabajo pleno de unos 3 meses de intervención y de más de 1 año de sueños.
A la ceremonia de apertura, asistieron el intendente Ariel Rojas, el secretario de Turismo, Saúl Echeveste; concejales, integrantes del Ejecutivo Municipal y una gran cantidad de vecinos.
En la ocasión, Rojas destacó que “es un emprendimiento muy importante, un lugar que vuelve a recuperar vida, que es parte de nuestra historia y que abre sus puertas para albergar este presente y un mejor futuro”.
El mandatario municipal señaló que más allá de la necesidad lógica de la ciudad que crece todos los días, que tiene distintos atractivos turísticos, con un autódromo que tiene mucha actividad, “la apertura de esta sede mejora la oferta hotelera, este hotel tiene un sentimiento distinto para los toayenses”.
“Seguramente muchos vinimos a aprender a jugar diferentes juegos o a compartir una charla con sus dueños y todas esas anécdotas estoy seguro que revolotean en el alma de los que pasamos por aquí”, confesó.
Finalmente, Rojas se mostró agradecido por la voluntad y el desafío que asumieron Sandro y Anabela para ponerse al frente de este proyecto, los vamos a acompañar desde el Municipio y seguramente todo el pueblo lo hará porque es muy lindo y porque es muy nuestro”.
La ceremonia que inició pasadas las 19 horas, tuvo su tinte emotivo cuando Sandro Álvarez y Anabela Luna, dieron la bienvenida.
Refuncionalización. El icónico establecimiento gastronómico, ubicado sobre la esquina de Italia y Sarmiento, cerró sus puertas a fines de 2018. En aquel entonces, sus propietarios, Juan Carlos Canal y Norma Ilda Rovere, luego de 57 años de abrir las puertas del restaurante y el hotel, dijeron adiós productos de los gastos del momento.
Hoy, en un contexto sumamente complejo y picante, cargado de innumerables variables políticas, sociales y económicas, vuelve a latir de la mano de la familia Álvarez.
Consultados al respecto, ambos señalaron con todos los nervios que conlleva poner a andar todo esto, de que “es algo de lo que todavía no caemos”.
“Venimos andando de arriba para abajo, ha sido una locura desde que nos embarcamos en esto”, comentó Anabela
Por su parte, Sandro comentó que desde hace 1 año que venimos prácticamente con esto, “lo teníamos como cliente a Quique en la parrilla y él siempre nos insistía en que viniéramos al hotel, hasta que un día tuvimos la iniciativa de juntarnos acá a ver la infraestructura y en qué condiciones estaba. Así fue como nos embarcamos en esta locura”.
En relación a los servicios que brindarán, comentaron que aparte del Hotel, va a funcionar el restaurante y la cafetería. La sede cuenta con 10 habitaciones de las cuales 9 están habilitadas, cuentan con baño privado, camas, colchones, toallas, todo lo que es ropa de cama, y además se brindará el desayuno, almuerzo, merienda, y se va a incorporar la comida al paso, y todo lo que es parrilla y platos de mariscos.
Camino. Sin dudas que el camino emprendido por esta familia no ha sido fácil, desde que decidieron de tomar las riendas del Hotel.
“Tuvimos una recaída, cuando ye teníamos la sede con pintura y estaba en más de la mitad del avance, me asuste”, manifestó Sandro, que inmediatamente se comunicó con Quique para hablar y devolverle la llave, porque le daba miedo.
En ese momento, “nos había agarrado una desesperación bárbara, pero me habló, me abrazó y me dijo estás loco, con todo lo que ya hiciste, me vas a entregar la llave”.
“Ahí, tomé el impulso final, me iba a trabajar en el campo y volvía acá para seguir comprando cosas porque la parrilla se sostenía pero no era para sacar plata de ahí y ponerla acá. Pasé horas de la madrugada y luego volvía a irme al campo”, narró.
En este orden, también destacó el apoyo y acompañamiento del intendente y de la Directora de Producción. “Nos ofrecieron su ayuda, nos manifestaron su alegría por esta posible apertura, siempre tuvimos su contención”, añadió Anabela.
Los jóvenes toayenses, manifestaron su deseo de que la gente se acerque, los conozco y pueda redescubrir este espacio.
“Esperamos que nos visiten, el ambiente siempre es familiero. Desde que estamos acá, tenemos visitas de gente de Toay que conocía al anterior dueño y están felices. Gente que tuvo la oportunidad de conocer al lugar, porque no es que lo cambiamos, modificamos cosas pero se mantiene su esencia”, señalaron.
Las puertas van a estar abiertas las 24 horas, a la gente le decimos que vengan, que nos conozcan, enfatizaron los jóvenes Sandro (32 años) y Anabela (29 años) junto a sus pequeñas Priscilla, Ludmila y Emilia.

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